El Sistema Nacional de Investigadores (SNI) fue creado en 2007 para “fortalecer y expandir la comunidad científica”, “identificar, evaluar periódicamente y categorizar a todos los investigadores que realicen actividades de investigación”, y “establecer un sistema de apoyos económicos que estimule la dedicación a la producción de conocimientos en todas las áreas”. El SNI realizó, por medio de la también recientemente creada Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), su primer llamado a aspirantes en 2008. Los investigadores que ganaron aquella convocatoria fueron notificados el 1° de marzo de 2009.
El SNI cuenta hoy con más de 1.800 investigadores en seis áreas: Ciencias Exactas y Naturales, Ciencias Médicas y de la Salud Humana, Ciencias Agro-Veterinarias, Humanidades, Ciencias Sociales, e Ingeniería y Tecnología. Estos investigadores son categorizados, es decir, colocados en tres niveles distintos, de acuerdo a criterios que reconocen su formación, su producción científico-tecnológica, la formación de recursos humanos, el impacto regional e internacional de sus investigaciones, entre otros.
¿Cómo se ve el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) si lo desagregamos por sexo y nivel? La participación femenina decrece conforme se avanza en la estructura jerárquica de los niveles de investigación.

La distribución de investigadores por área se aprecia en la siguiente gráfica y evidencia una segregación horizontal por sexo: la mayor brecha se da en Ingeniería y Tecnologías mientras que las áreas de Humanidades y Ciencias Médicas y de la Salud son aquellas donde hay una mayor proporción de investigadoras.

No obstante, es pertinente destacar que cuando “abrimos” las distintas áreas de investigación, las mujeres siguen concentradas en el nivel de “Iniciación” y “Nivel I”.

Aclaraciones:
La base fue obtenida en tres etapas: en primer lugar, se extrajeron los datos de los resultados de la última convocatoria del SNI, luego, se scrappearon los datos del SNI a la fecha y por último, se corrigió la base sin actualizar con los resultados de la nueva convocatoria (es decir, ascensos de nivel e ingresos al Sistema). Este método puede inducir a alguna diferencia con la base que mantiene la ANII. Dado que ninguna de las dos bases obtenidas presentaba la variable sexo, se empleó un algoritmo clasificador según el nombre de los investigadores contenido en el paquete genderizeR. La congruencia de este proceso fue chequeada manualmente. Agradezco a Mateo Barletta por su aporte scrappeando los datos del SNI.